10 Oct La importancia de la música en un restaurante
Todos tenemos una canción que nos teletransporta a un verano especial, una velada romántica, un viaje inolvidable… Mediante la música almacenamos recuerdos y esta nos acompaña en todos los instantes de nuestra vida. De hecho, existen momentos que sólo recordamos gracias al hilo musical que nos acompañaba.
Fusionar la gastronomía y la música es un MUST de los restaurantes. Además de amenizar el ambiente y crear una bonita armonía en tu establecimiento, puede influir en las decisiones de tus comensales, en cantidades y en tiempo.
¿Cómo influye la música en tus comensales?
La música es el componente perfecto para hacer de una cena rápida de un martes un deleite gastronómico de lo más placentero.
Ambas joyas son compatibles y necesarias para crear una memorable experiencia. Pero lo mismo puede ocurrir en el caso contrario: una música taladrante y poco acorde con tu restaurante puede dar como resultado una comida desagradable y estresante.
La música siempre será el elemento acompañante. Presente pero invisible, tapará los silencios y momentos incómodos y aportará “hogar”, pero desde luego, dará lugar a los grandes protagonistas: la gastronomía, la cocina y el servicio.
Según recientes estudios, la música afecta tanto al sabor de la comida como al apetito, por ello, recomendamos tener en cuenta este elemento de tal importancia.
Como explica Celestino Martínez, experto en marketing, la música tiene efectos sobre nosotros.
En primer lugar, es inductora de estados de ánimo, relacionamos las melodías con recuerdos o experiencias vividas, tal y como comentábamos anteriormente.
Además, los ritmos de música modifican el comportamiento, por ejemplo, los ritmos fuertes como el rock o heavy metal pueden ayudar a un cocinero a hacer una acción con un movimiento constante, influye en la productividad.
Finalmente, ciertos estilos musicales facilitan la conversación y la intimidad.
¿Qué muestran los estudios sobre la música en la restauración?
La música tiene el poder de producir sensaciones de todo tipo, por ello, hay estudios que confirman que el ritmo de la música en los restaurantes influye en el tiempo que estarán los clientes y la cantidad de dinero que gastarán.
El estudio que presentó la Universidad de Arkansas demuestra la gran contribución que puede aportar la música a tu restaurante.
La prueba consistía en esclarecer qué música genera mejor ambiente e incluso con qué música saben mejor ciertos platos. Para ello, emplearon 99 comensales (46 hombres y 53 mujeres) y utilizaron cuatro distintos géneros musicales (jazz, hip hop, música clásica y rock) junto a varios alimentos considerados “no emocionales” como los pimientos y “emocionales” como el chocolate.
Finalmente resultó que los comensales encontraban mejor sabor al chocolate escuchando jazz que hip hop, incluso tenían más apetito. Por ello, se concluye que los ritmos armoniosos alegran más a los comensales y aumentan su apetito.
Thomas Hummel, uno de los científicos participantes en el estudio, declaró varios mensajes: «Cuando comemos, es evidente que no sólo el paladar determina lo que comemos y cuánto comemos”, a lo que añadió, “el ambiente acústico también juega un papel importante. Nos permite comer más rápido, nos deja con más hambre, cambia la amabilidad de los alimentos, convierte la comida regular en algo especial. También puedo imaginar que esto puede cambiar la profundidad de nuestros contactos sociales”.
Otro estudio de la Universidad de Oxford evaluó a 700 voluntarios que vivieron una experiencia multisensorial. Relacionaban las comidas con lo que escuchaban. Los resultados determinaron que lo más idóneo era rock para la comida hindú, música clásica para la comida italiana, pop para la comida china y jazz para sushi y thai.
Psychological Reports también se sumó con un estudio donde demostró que los comensales tienden a consumir menos calorías en ambientes relajados y sofisticados, mientras que, en un ambiente más estimulante y energético, provoca que los clientes coman en exceso.
Uno de sus investigadores declaró: “Un ambiente de restaurante más estimulado y energético provoca que la gente coma en exceso porque se le alienta a comer más rápido. Pero si la atmósfera del restaurante provoca que la gente se sienta más relajada y pase más tiempo disfrutando su comida esto conduce a que coma menos.”
En cambio, hay quienes dicen que los ritmos más lentos ayudan a incrementar el ticket medio, sin embargo, los ritmos rápidos optimizan ingresos y aumentan la rotación de las mesas.
Para concluir, Charles Spence científico de la Universidad de Oxford, más conocido como el investigador del buen comer, ha popularizado la gastrofísica, declarando que “los placeres de la comida residen principalmente en el cerebro y no en la boca”.
Gastrofísica nace de combinar la gastronomía, el arte de escoger, cocinar y consumir alimentos sabrosos, y psicofísica, la rama de la psicología que estudia la relación entre los estímulos físicos y los juicios que hace cada persona.
Spence define el acto de comer como una compleja experiencia multisensorial que reúne olores, sonidos, colores, recuerdos, expectativas, vajillas, la presentación y los nombres de los platos. “El trabajo del cerebro consiste en unir todas estas sensaciones dispares en objetos de sabor que localizamos en nuestra boca”.
Toda la información citada, la podéis encontrar en los siguientes enlaces: El Pais y Semana
Por eso, es imprescindible una buena elección de música, acorde con tu restaurante y oferta gastronómica, con lo que se quiere transmitir a tu cliente.
Pero también, en el otro extremo, se ha creado un movimiento de profesionales llegado de Londres en contra de la música en los locales, que muestran rincones silenciosos donde disfrutar de la comida sin sonido extra, algo difícil de encontrar en la actualidad.
¿Qué música escojo para mi restaurante?
Los estudios muestran la necesidad de elegir bien el tipo de música en consonancia con la imagen del restaurante y según los objetivos que se quieran conseguir.
Os mostramos algunos TIPS de lo que tenéis que tener en cuenta para la selección:
Personalidad del local:
¿Qué temática ofreces en tu local? Comida japonesa, mexicana o comida casera… Lógicamente tendrá sentido poner música relacionada con el lugar de origen del negocio.
¿Qué tipo de restaurante tienes? No será lo mismo para un establecimiento de comida rápida, en el cual queremos rotación rápida (música con ritmo) que un restaurante basado en su menú degustación donde queremos el disfrute pausado de los comensales (música relajante).
Piensa en tu marca y sé coherente en todos los sentidos, en este caso, con la música. Muestra la imagen que quieres transmitir.
De cualquier manera, no es recomendable utilizar el mismo tipo de melodías en toda la jornada, sino investigar géneros símiles que puedan encajar con la esencia de tu restaurante.
Tipo de cliente:
¿Cuál es tu target? Has de pensar en tu público, ellos serán los que valorarán todo lo que ofrezcas durante su estancia, incluida la música.
Obsérvalos y ten en cuenta sus gustos, el criterio musical es destinado a ellos, también cabe decir que será complicado encajar en todos los gustos.
Si tu clientela es joven, agradecerán últimos hits siempre manteniendo las distancias con las discotecas. Si por lo contrario tienes un público de edad media, podrás jugar con música de otras décadas. Finalmente, si se trata de veteranos, hay que estar especialmente atentos, pues suelen estar poco acostumbrados a las novedades musicales y puede resultarles desagradables según qué canciones.
Como recomendación, pide opinión a tus clientes de confianza, ellos te podrán guiar según sus experiencias en tu establecimiento, qué les guste, qué no les acaba de gustar y qué les gustaría escuchar.
Momento del día
La música que nos apetece escuchar desayunando no tiene nada que ver con la que pudiera ser en una cena y eso ha de verse reflejado en el restaurante. Hay momentos del día más de relax y otros que disfrutamos más con algo cañero.
En el restaurante es fundamental interpretar los tiempos y manejar la música como si se tratara de los fogones de la cocina.
Como recomendación, en las primeras horas no se debe tener un sonido muy alto; es mejor ir acompañado de una música suave, relajada. Según avanza el día, podemos ir animando el reproductor hasta llegar al apogeo de la noche.
Tal y como comentábamos antes, también hay que observar qué tipo de clientes hay en cada turno y sus deseos al ir a tu restaurante.
¿Qué debo evitar?
– Tener el sonido muy alto. El volumen es un elemento importante que controlar, por lo que siempre se debe estar atento para cualquier modificación. No queremos distraer o impedir amenas conversaciones entre nuestros comensales.
– No tener hilo musical. No recomendamos diferencias extremas entre canción y canción, todas ellas deben ir en consonancia con similitudes.
– Poner la radio. Es desagradable escuchar ciertos anuncios y publicidad que hacen en los canales de radio.
¿Necesito licencia para poner música en mi restaurante?
Por supuesto que sí, es un tema de gran importancia y hay que tener cura con la reproducción de música.
Existen una serie de normas y licencias que han de estar al día. Para poder reproducir música de forma pública hay que tener la autorización de los titulares de dichas obras.
Los derechos de autor y la propiedad intelectual son competencia de entidades como SGAE, AGEDI o AIE, por lo que es obligatorio parar un canon.
Para tu información, existen otras opciones, Original Music lo comenta en el siguiente link
Desde GastroSAP!ENS esperamos haberte ayudado a escoger la mejor música para tu restaurante y así, aumentar el disfrute de tus clientes y tus beneficios.